miércoles, 22 de febrero de 2012

Hasta que no quede whisky

Podemos ser lucecitas que se encienden con alcohol.
Podemos ser huérfanos que se burlan de la muerte.
Y dejemos que la luz sea efectiva hasta que
ya no
nos quedemos dormidos sobre alfombras.

Pero por favor
tratemos de recordarlo todo.
Que no se nos escape nada
para tener qué pensar
cuando echemos el humo
y riamos
cuando ya no quede whisky.

Mejor
seamos dos perdidos
que tienen mucho para comprometer.
No como Bukowski,
que ya no cree en nada
ni nadie
y se ahoga en su propio vómito.

Cuando ya no
nos quede noche
aún vamos a conservar eso que hicimos,
y lo que quisimos hacer y no nos atrevimos.
Nos va a quedar la noche siguiente,
recordemos eso, 
la próxima vez que echemos el humo.

2 comentarios:

  1. Como siempre interesante. Siempre me llama la atención que tan complejas son (somos) las personas.
    No pienso preguntar que es lo que motiva a escribir ya no tiene sentido.
    Felicitaciones
    PD: Ah de paso me gustaría que alguna vez pase por el blog que tengo. En especial por la sección de Canciones y Poesías. Acepto todo tipo de críticas.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por lo que comentás, prometo ahora que ya estoy oficialmente de vacaciones pasar por tu blog y comentarte lo que me pareció. Abrazo.

    ResponderEliminar