jueves, 7 de junio de 2012

Genial


Besar un chico en Montevideo
o mejor dos
hacer reír a tu psiquiatra
y a tu psicólogo
adivinar la curva de las vías del subte
y adelantarte al movimiento
reírte cuando no es apropiado
que el poeta te invite a la selva
y que te diga que le gusta como escribís
pero más tus piernas.

martes, 15 de mayo de 2012

Una palabra


Se me había ocurrido desde ayer
que si es cierto como dice Fran,
que la gente es sustituible
y
si digo te quiero hoy
ya mañana se degradó
¿A quién le importa?

Se me ocurrió también
que vagar los domingos sin nada ni nadie que ver
es porque ya no queremos arriesgar,
a nadie le importa si uno llora.
ni siquiera a tu doctor, que busca las palabras adecuadas,
y eso que él trabaja de que le importe.

pensé también que si vamos a vivir solos
siempre en la misma desesperación

Esa debe ser la palabra
que mi doctor siempre busca
y parece no encontrar.

No pienso adelantársela,
a lo mejor si se esforzara un poco más.

lunes, 16 de abril de 2012

Algunas cosas dichas


Me dieron un libro que no me interesa
y en el dorso de las hojas en blanco
escribí lo primero que se me vino a la mente
para justificarlo en mi bolso.

Si las tortugas pudieran volar, mamá nunca pisaría la calle.
Cómo no reírse de que ese animal que tanto terror le da
fuese capaz de hacer lo que una nube.
Pienso cómo se reiría de eso Sombría,
con su risa importada de México,
ella sabe ser todo maldad.

Pasen y escuchen, abran los ojos
dijo a la multitud el rescatista,
el gran predicador,
Sermón de la montaña.
Sermón apocalíptico.
Como si no tuviera la misma necesidad que nosotros.
Como si estuviera más allá de la angustia y la mierda cotidiana.

Tenés una mente maravillosa,
dijo el doctor.
Y garabateó algo en su recetario.

miércoles, 29 de febrero de 2012

C. Hotel

Camino a algún lugar leí otra vez
sobre el famoso hotel de la calle 23 de Nueva York
que solía ser pura bohemia
y ya no deja quedarse a nadie.
Hay algo ahí, dijo Eter,
y lo dejó pasar
pero-yo-no
yo no dejo pasar las cosas,
es un interruptor que siempre está en ON.

Si pudieras verlo como yo
no podrías dormir tan plácido potencial
vapor y aire
fuera de foco.
Si entrecerrás los ojos para ver, Eter, te prometo
vas a ser cruel soplo de piedra y polvo.

Tengo prohibido nombrar el hotel,
sólo puedo
después que vos lo nombres, Eter, es tuyo
date cuenta: te pertenece.
Siempre fue así
de una forma literal y ruidosa.
Debajo del dibujo del hotel
que decidas
con las venas cargadas de sangre
debajo del hotel
que escaves
con tus propios músculos en tensión,
encontrar,
lo que haga estallar tus propios bordes
Eter, fuera de foco.

[Ahí Tenés Tu Propio Bellas Artes].


miércoles, 22 de febrero de 2012

Hasta que no quede whisky

Podemos ser lucecitas que se encienden con alcohol.
Podemos ser huérfanos que se burlan de la muerte.
Y dejemos que la luz sea efectiva hasta que
ya no
nos quedemos dormidos sobre alfombras.

Pero por favor
tratemos de recordarlo todo.
Que no se nos escape nada
para tener qué pensar
cuando echemos el humo
y riamos
cuando ya no quede whisky.

Mejor
seamos dos perdidos
que tienen mucho para comprometer.
No como Bukowski,
que ya no cree en nada
ni nadie
y se ahoga en su propio vómito.

Cuando ya no
nos quede noche
aún vamos a conservar eso que hicimos,
y lo que quisimos hacer y no nos atrevimos.
Nos va a quedar la noche siguiente,
recordemos eso, 
la próxima vez que echemos el humo.

lunes, 9 de enero de 2012

Las elucubraciones de Marisa S. Gutiérrez


Marisa S. Gutiérrez está convencida, desde su pedestal de discernimiento y signos de interrogación siempre abiertos, que tiene que exponer a todos a su búsqueda incansable de la verdad (y yo creo secretamente aunque no puedo probarlo, que Marisa cree que la S. de su segundo nombre es de Sabiduría, para mí sólo es de Segundonombre). Pensar, pensar, pensar, piensa Marisa las 24 horas; ella cree que la mejor manera es decir en voz alta cosas como: “¿Estamos ante un paradigma sintomático de la generación del sinsentido?” cuando el profesor hacía chistes sobre el Twitter durante la clase y todos se reían de eso. Pobre, Marisa se droga, pensaba yo. Y sí, drogada está, más drogada que Hunter Thompson y sus personajes, le gusta vivir en la embriagante y pomposa incomprensión del erudito. También cree Marisa Sabelotodo, que poniendo la vista en el horizonte la gente cree que medita todo el tiempo y así pueden admirarla como la filósofa que es. Yo creo que sólo está mirando para allá, haciéndose la compleja. Marisa Sabionda tiene un novio, que intenta el sexo con ella, pero ella sólo está realmente interesada en debatir post acto mirando el techo; el sexo es para ella una excusa para divagar acerca de la sensibilidad de los cuerpos y la metafísica del orgasmo. De todas maneras, cualquier hombre que encuentre seductora a Marisa Snob y sus elucubraciones, que abrace al monumento mismo de la afectación, merece lo que ella tenga preparado para ambos, creo yo, humildemente. Porque hay que fumarse a Marisa, la infumable, eh. Hay que ser constante y amoroso con semejante afligida. Cuando Marisa encuentra algo divertido, hace un chiste sobre eso, no se ríe. No, ella hace un chiste sobre el chiste. Tampoco es capaz, Marisa Sapiencia, de reírse estúpidamente, reírse como hiena hasta contraer hipo o  llorar a carcajadas o hacerse pis. Marisa está más allá de eso, por supuesto, todos los que la conocemos lo sabemos. Está más allá de vivir, Marisa, pobre, me parece a mí. A lo mejor estoy siendo muy injusta con ella, a lo mejor sólo piensa de más porque quiere hacer de este un mundo mejor, un mundo de reflexión, de debate y contemplación. Pero es que no me sale ser más benévola con ella, la verdad es que lo único que se me ocurre decirle a Marisa S. Gutiérrez en el Twitter, en la clase o cara a cara es: “Marisa, shhhhh”.  

jueves, 5 de enero de 2012

Hombre-Maleza


Qué clase de hombre es aquel
Que como la maleza crece en lugares indeseables,
le cortás la cabeza,
que le vuelve a surgir.


Cómo arrancar la maleza desde que nace
si después vuelve a salir
multiplicada por veinte,
con la lluvia
ya no se puede hacer nada.

Cómo decirle que ya no
ya NO es verde real
sólo yuyo que descolorido
se levanta donde no debe.
Se multiplica hasta tus caderas.

Te pica como todo lo inepto,
Todo lo impúdico.
Cómo decirle que sólo es algo a cortar.
Ni siquiera a mirar detenidamente.